lunes, 11 de abril de 2011

Corvo, un cuervo más allá de Orión

La isla de Corvo minutos después de una tormenta crepuscular

Siguiendo con la serie "desde más allá de Orión", que pretende incitar al viaje físico y/o mental, hoy les presento esta fotografía de la minúscula isla de Corvo, la más remota de las Azores.

La luz y el momento son muy especiales: Los colores dorados del crepúsculo vespertino se cuelan entre las primeras grietas en un cielo que minutos antes estaba completamente cubierto y la isla bajo una tormenta. De hecho, diría que la parte neblinosa que se ve sobre la isla y a la izquierda de esta es cortina de precipitación, que se encuentra entre yo y la isla y que refleja la luz dorada de poniente.

Perdida en el Atlántico junto a la isla de Flores, se trata de la menos visitada del archipiélago debido a tener un acceso relativamente complicado. Los pocos visitantes que llegan pasan tan solo unas horas y regresan a Flores.

Como siento una especial atracción hacia los "culos de mundo", decidí pasar tres días en esta islita en la que únicamente existe un pueblo, Vila do Corvo, de tan solo 400 habitantes.

Muy pronto les voy a contar más cosas de mis aventuras en Corvo y el resto de las Azores.

6 comentarios:

Andrés dijo...

Muy interesante Jordi. A mi también me atraen estos lugares en el "culo del mundo".

MartinAngelair dijo...

Buenos días Jordi,...


...hacía un montón de tiempo que no escuchaba esta expresión que también resalta Andrés.


...en el culo del mundo...





(Orión se las trae,...:)





Lo más gracioso es que ahora asocio la Plaza de Cataluña también con las aceitunas.



...y hoy, sumas,...O Corvo.





Un beso.
B.D.C.J.

kai51 dijo...

Habitualmente los "culos del mundo" nos suelen atraer por estar casi siempre fuera de mano y por el misterio que ello conlleva.
Me encantan los dorados que sacaste en la foto muy especiales.
Un saludo

Jordi Busqué dijo...

Andrés, cada vez son más difíciles de encontrar.

Jordi Busqué dijo...

MartinAngelair, lo de las aceitunas ya es mítico. A ver si lo rescato un día de estos.

Jordi Busqué dijo...

Kai51, supongo que son las ganas de alcanzar los sueños. Pero a veces se puede.